► XXII. MÚSICA Y DERECHO . • “Sin música el mundo sería un error”
► XXII. MÚSICA Y DERECHO .
• "Sin música el mundo sería un error"
Daniel H. Sicos Pilco
Nietzsche escribía: "Sin la música el mundo sería un error". Muy acertado, por lo que aquí ponemos algunos datos sobre músicos excepcionales, como Beethoven, Freddie Mercury, o de moda como Jennifer López, Miley Cirus. No recomendamos leer sobre música, sino escucharla, sin embargo, la escritura es una especie de especial música silente.
BEETHOVEN
Un genio musical sordo
"...Un artista como Beethoven era revolucionario, hasta el punto de romper la dedicatoria a Napoleón cuando lo defraudó. Pero sin embargo no escribía marchitas revolucionarias. Escribía música grande".
¿Cómo pudo ser sordo y músico a la vez? Sus biógrafos dicen que se volvió sordo gradualmente, no nació sordo, por lo que al hacer sus composiciones tenía ya grabadas en la memoria las notas musicales: era "un genio que superó a sus defectos"; esto demostraría que el sonido no sólo está en el exterior, sino puede alojarse en el interior del cerebro, baste para probar aquella hipótesis recordar una melodía musical.
La ascendencia de Beethoven que preludia aquella frase "la genialidad es cosa de genes", es decir: "estar sentencia a ser genio". Allá en 1595 una mujer serviría de abono al fuego. No era Juana de Arco, pero había tenido el destino de ella de perecer entre las llamas, condenada por bruja, era Josine Van Beethoven, el ascendiente más enigmático de Beethoven del que tenemos conocimiento, por que con ella se iban muchos remotos antecedentes de la familia.
Su bisabuelo, Michel Van Beethoven, era un panadero, que luego se dedicó al tráfico de encajes y de pinturas, y además la policía de los Países Bajos lo perseguía por estafador. Murió en el tiempo en que "el peso de la justicia, a falta del padre y de acuerdo a las leyes vigentes habría de recaer sobre el hijo", o sea que "como los apellidos y las tierras también los delitos se heredaban".
¿Su abuelo? Lodewijk, tenía talento musical, voz de bajo profundo, tocaba el violín y tenía conocimientos de organista, se casó con Marie Josephine Poll, que luego se volvió alcohólica y terminó en un asilo. El abuelo era músico del Arzobispo Clemens August, de la ciudad de Bonn, se atrevió además a exportar y traficar vinos de Rhin, que en los viejos tiempos no hubiera podido hacer. "En los viejos tiempos, en efecto, los músicos habían sido simples lacayos al servicio de los aristócratas, sin la menor posibilidad de independencia, situados al mismo nivel de los bufones y obligados a arrastrarse como parias".
Beethoven nació como contradiciendo las coléricas profecías de catástrofe que había sentenciado su abuelo Lodewijk a su padre al casarse éste con una viuda de un camarero, e hija de un cocinero. "Nadie asiste impasible a la frustración de un anhelo" y al abuelo de Beethoven había querido que su hijo se casare con una joven de "buena posición", como querían todos los "típicos aristócratas de finales del siglo XVIII". Sin embargo el abuelo al nacer Beethoven había cedido a sus primeros deseos de jerarquía, personando a la esposa de su hijo y acogido con muy grato entusiasmo el nacimiento de su nieto Ludwig.
¿Su padre? Johan, tenía talento músical y tocaba el violín, pero a la muerte de su padre Lodewijk había caído en la mediocridad, junto con su hábito al alcohol. Su familia se iba desmoronando, la herencia que había dejado el abuelo Lodwijk se estaba consumiendo entre el pago al asilo de la bisabuela y los gastos de la familia de Beethoven. Fue en esas circunstancias que salió a la luz un notable hecho, u n niño de seis años estaba dando conciertos y ejecutando proezas musicales, la admiración popular se expandió en los círculos sociales, y Johan pensó que había que hacer algo con este gran acontecimiento. Él también tenía un hijo, él era músico y podría educarlo, él haría de su hijo un hijo tan igual como lo fuera el niño del cual tanto hablaba la gente y del que se decía "el niño prodigio", él haría de su hijo también "un niño genio".
Beethoven fue sometido a intensas horas de estudio de música, aprendió primero ésta antes que a leer: ¿Cómo no odió la música sometido a estas clases asfixiantes?
Así Beethoven, nieto de una abuela alcohólica e hijo de un padre alcohólico, tenía, eso sí, una madre bondadosa, atenta, solícita, pero que jamás reía, "Sólo le habría faltado reír un poco para ser una madre perfecta. No reía jamás...".
Beethoven tenía cinco años cuando su padre le regaló, un violín en miniatura, dicen que fue su primer regalo, luego a los pocos días legó el clavicémbalo, el padre había empezado con los primeros preparativos para la educación de Ludwing, lo volvería un niño prodigio, como aquel Mozart del que tanto se hablaba, no fueron pocos los padres que tuvieron la misma idea, o sea que fueron muchos los niños sometidos a la nada grata idea de convertirse en genios. Era el tiempo
En que se concebía la absurda idea de que lo mejor para el hombre era ser genio.
Y empezaron las clases, Johan se afanaba por enseñarle los primeros principios de música mientras el niño Beethoven jugueteaba con los instrumentos, paseaba sus deditos por el clavicémbalo, utilizaba el arco como baqueta y el violín como tambor, en fin hacía lo propio de un niño de cinco años, le gustaba hacer ruido, y su padre comenzó a perder la paciencia, pronto le enseñaría a niño que la obediencia es bien recibida y la distracción castigada. Aun así aprendió a leer pentagramas, a tocar el violín, el clavicémbalo, la flauta y la viola.
A los ocho años pudo dar su primer concierto, pero la influencia de la precocidad de Mozart -de ese Mozart del que hoy se sabe componía sin ningún borrón, era como si todo lo tuviera en su cabeza y luego lo pasara directamente al papel, sin ninguna corrección que mostrara la lucha de la creación, como si la música estuviera ya escrita en su mente -todavía estaba latente en su padre Johan, por lo que este lo presentó como su hijito de seis años; dicen que Beethoven se quedó desde ese momento en la creencia de tener dos años menos de los que en realidad tenía.
Se cuenta que Beethoven asistió muy poco a la escuela, la que tuvo que abandonar, sin poder aprender nada sólido, no sabía multiplicar, leía con dificultad, escribía apenas. Paraba mal vestido, sucio, y comenzó a aislarse a ser un niño solo, siempre sin ganas de jugar, siempre meditativo, dicen que cuando le observan sus ropas sucias, el contestaba: "Que importa. ¡Nadie me pondrá reparos cuando yo sea un señor!
Tenía el cabello negro, que le caía en mechones, era pequeño, dicen que era de rostro poco afortunado, salpicado de pequeñas cicatrices de viruela, de palabras bruscas, torpe al sentarse a la mesa del comedor.
En 1781, cuando estaba como alumno de Neefe era "un muchacho absolutamente inculto, bruto, con tan solo talento musical". Fue Neefe quien le guio con otro sentido musical, el de no atar el nacimiento de su genialidad, como se supone pude hacerlo su padre.
Beethoven tuvo un hermano menor, Kasper Karl Beethoven, casado y con un hijo llamado Karl. Su hermano muere dejando escrito que su hijo menor, de 9 años, estuviera bajo la tutoría de su esposa y su hermano Ludwig Van; pero Beethoven no confía en la madre del niño, porque piensa que era de moral ligera, así que se inicia un largo juicio por la tutoría del menor.
En nuestro país, actualmente, la tutela de menor es el derecho y deber que se le otorga a una persona, distinta al padre o madre, a fin que se haga cargo y responsable del menor de edad. En nuestro Código Civil, la institución de la tutela se encuentra enmarcada como una institución supletoria de amparo del menor, siendo que en el artículo 502 del C.C, se expresa: "Al menor que no esté bajo la patria potestad se le nombrará tutor que cuide de su persona y bienes". Así también se establece que se puede nombrar tutor por testamento o escritura pública, pudiendo hacerlo: 1) El padre o la madre sobreviviente, para los hijos que estén bajo su patria potestad; 2) El abuelo o la abuela, para los nietos que estén sujetos a su tutela legítima; 3) Cualquier testado, para el que instituye heredero o legatario, si éste careciera de tutor nombrado por el padre o la madre y de tutor legítimo y la cuantía de la herencia o del legado bastare para los alimentos del menor (Art. 503 del CC). Pueden existir también uno o varios tutores nombrados, o la determinación del Tutor legítimo, que se da en los casos que no se hayan nombrado en testamento o escritura pública a tutor alguno, por lo que desempeñarían el cargo de tutor legítimo los abuelos y demás descendientes (Art. 506 CC). Las causas sobre Tutela las conocen o tienen competencia para resolverlas los jueces especializados como procesos no contenciosos (Art. 162 del Código de los Niños y del Adolescentes).
MILEY CYRUS
Bola de demolición
No es difícil pronunciar el nombre en inglés de Miley Cyrus (estadounidense), sí el de recordarlo. Sin embargo, una canción suya puede cautivarnos: Wrecking Ball. (Bola de demolición), porque alescucharla no había necesidad de saber inglés para entender que se trataba de un tema del alma, del corazón roto, de un amor trivial -como todos los amores triviales- pero cierto y trágico. Al escuchar aquella canción no había necesidad de saber qué letra tenía, y en otro marco, pero igual de singular que Freddie Mercury, no era necesario saber que decía la canción. Y entonces reafirmé mi idea que en la música no se necesita que la letra sea hermosa, que tenga profundidad, que hable del amor, de la filosofía, de la vida, que sea existencialista, social, romántica. La música por definición no necesita definición en la letra; la letra deja de ser contenido para ser "sonido", vibrante, escalofriante, sensible, irradial, rítmico, musical. La letra en una canción en realidad no importa, porque lo que hace que uno sienta, lo que hace mover el cuerpo o el corazón, no es el contenido de la letra, sino el sonido, que tiene su propio lenguaje. No entiendo porque algunos quieren "culturizar a la música". La música no necesita ser culturizada, necesita ser sonido armonioso o desarmonioso, pero sonido al fin, no contenido. El sonido deja de lado la letra y se vuelve una sensación, una emoción, un sentimiento, una rebeldía, un enfado, un disgusto, muchas cosas, el sonido tiene su propio lenguaje.
JENNIFER LÓPEZ
Cediendo a la naturaleza
Extraviada, inocente, dulce, bestial, mujer de muchos y para pocos. Su cuerpo no es lo único que confunde, seduce, impacta, su derrier no es lo único fantástico de ella. Ella es como todas las mujeres bellas y talentosas: inasible, infinita, local, imposible de retener, porque su belleza es demasiado para cualquiera, incluso para ella misma. Jennifer López, (Jlo) es amante, esposa, madre, inocente, curvilínea, de piel capulí, sensual, imposible, elegante siempre. Tiene la belleza perfecta, la de la mujer completa, entera, distinta, única. Sólo mirarla produce placer, escucharla es ya otro delirio. Pero como toda mujer bella, es imposible de quedarse sola, de atrapar a su soledad; necesita amar, ser amada, y entonces se equivoca, se equivoca y se vuelve a equivocar, y entonces deja su rastro, silueta y perfume en muchos hombres, en consecuencia se hace menos apetecible, menos deliciosa, porque la sobriedad de la exclusividad es un lujo para los hombres, es algo que ha hecho al hombre "machista", pero, ¿puede ser un hombre "machista", si sólo quiere a una mujer, a ella, a aquella, a la que cree o hace perfecta?. Una canción suya parece responder aquella interrogante: "El amor es asi´, nace de la nada y se convierte en todo. Nunca imaginé enamorarme así. No tenías previsto sentir amor. El amor es así, inspirador, cautivador, conmovedor, provocador, y a veces tentación. El amor es así, controlador, es dictador, emocionante, apasionante, depredador", canta Jennifer, y remata: "(...) lo que hagamos ahora es inmoral porque cupido ya fechó, si el amor es inmortal, entonces la inmortalidad nos eligió, tus labios son agua pura y mi mirada ya refleja el Kamasutra" dice en su canción "Ni tu ni yo". Y es que una mujer así -como las que alguna vez tuve en mis brazos, en mi miembro, en mi corazón- es por naturaleza sensual, sexual, y entonces se pierde el control cuando se ama, dice JLo, Pero ¿quién quiere tener el control si está enamorado? La necesidad del control es la afirmación de la duda, la certeza de que todo es incierto. Jennifer López, es hermosa, sublime, cuando canta, cuando baila, cuando mueve sus caderas de diosa de perla capulí, Jennifer es así, lista para el amor, y para el desamor.
FREDDIE
MERCURY
Bohemiam Rhapsody
Me gusta escribir, creo que es lo peor que hago, pero parece que he nacido para ello. Me gustan las historias de los grandes personajes, pero más de aquellos que no son grandes personajes, aquellas historias que nadie ve, que nadie siente, que todo el mundo olvida, las historias de los derrotados rebeldes, de los que se unen a la milicia de la multitud, esperanzados en seguir un día más adelante. La historia de aquellos que no quieren nada y que cumplen su función en la sociedad como agentes para ser explotados por los políticos, como tema de propagada, "trabajaremos por los más pobres" dicen. Me gustan las historias rabiosas, acabadas, deslizantes, me gustan las historias del ser humano, de su indignidad, de la frialdad con que asumen su vida, dinero, placer, temor, odio, venganza, licor, mujeres, sexo, bipolaridad, belleza, fealdad. Me gustan esas historias, las que nadie ve, las que nadie oye, las que nadie entiende, las que fueron y no serán más. Me gustan esas historias.
Por otro lado, también me gusta la música de
Freddie Mercury, al que conocí irreverentemente tarde, muy tarde. Sólo pude
escuchar sus canciones póstumamente, no sé ya ni cómo; pero era el artista, el
hombre con bigote. No me gusta su lado homosexual, su faceta carnal, porque soy
-creo- un poco homofóbico -¿acaso seré ahora tildado de discriminador, de
homofóbico, de bestia?-, no me gusta esa parte de él, pero me gusta su música y
la forma cómo estilizó su vestimenta, con sólo un bigote y una trusa blanca era
sin embargo bien presentado, estilista. Pero tanto como sus canciones me
gustaron sus letras, aquellas confusiones de filosofía con brutalidad sonora,
sus timbres de tenor, porque tenía la voz de un tenor ¿o de barítono?, palabras
talladas en las escalas inefables del lenguaje musical. Freddie Mercury era un
artista, un hombre flaco que cantaba: "Nada es importante realmente, cualquiera
lo puede ver." (Bohemiam Rhapsody). O el lado que tiene que ver con la
confesión a su madre y su relación con el derecho penal "Mamá, acabo de matar a
un hombre. Puse un arma contra su cabeza. Tiré del gatillo y ahora está muerto.
Mamá, la vida recién comienza, pero ahora me fui y eché todo a perder. Mamá, no
quise hacerte llorar. Si no estoy de vuelta mañana a esta hora, continúa,
continua..." canta Freddie (...)